PADRE LISANDRO GUERRA



Lisandro Guerra es un sacerdote que ha de quedar por siempre en la memoria de los carolinitas, recordándolo como la persona que se encargó de mejorar la vida de muchos de los habitantes del barrio la Conchita, construyendo casas nuevas a todas aquellas personas que no tenían una vivienda digna, todo esto con el dinero recaudado en los San Isidros, las donaciones y ayudas de las demás personas de la comunidad. Mientras esto ocurría en el municipio, la conocida Señorita Nina quien era propia del municipio de Carolina, regalaba a los niños y niñas de primera comunión sus trajes y vestidos.

Llego el día en el que se unieron la Señorita Nina y el padre Lisandro para continuar con la labor de ayudar a las familias; recogían el listado de niños y niñas que realizarían su primera comunión junto con la talla de sus trajes, para con esto darles un atuendo digno de tal celebración, además de un mercado para la familia y un regalo adicional.

El señor Lisandro fue párroco durante seis años en el municipio de Carolina del Príncipe, parroquia “La Inmaculada Concepción”, y a lo largo de su estadía en el municipio siempre tuvo como prioridad a la gente de bajos recursos.

Cabe resaltar la buena voluntad del padre al demostrar tanto interés en el municipio sin siquiera ser Carolina su pueblo natal. Un par de años después de que el padre fuera trasladado a otra parroquia, se dio la legalización de los predios en los que vivan los habitantes de la Conchita, ya que su estancia allí era una invasión.

El padre Lisandro Guerra aún vive y para esta época debe ser un sacerdote retirado. Él es alguien muy querido por las personas de Carolina que lo conocen y siempre deberá recordarse como una de esas personas que se esmeró en ayudar a la comunidad carolinita.

Maria Clara

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