LAS VUELTAS DE LA VIDA


Esta historia nos fue narrada por la señora María Vásquez, contándonos mucha parte de Su vida y sus decisiones llevándola a vivir muchas circunstancias algunas buenas, otras malas y unas complicadas desde su infancia hasta hoy.
Nací en 1926 cuando el mundo era demasiado diferente al que ahora conozco; viví con mis padres toda mi niñez en el campo, me iba con una prima a lavar la ropa y a bañarnos en la quebrada que estaba cerca, ya que no había agua en las casas; un día mientras lavábamos pasó un joven que me pretendía, en ese momento me sentí temerosa y apenada, así que, salí corriendo a esconderme detrás de mi prima Belarmina, tapándome con un sobrero mientras el cruzaba el puente.
Mi madre me enviaba a moler maíz en una piedra, dado que en ese tiempo no tenía la oportunidad de estudiar, porque vivía lejos del pueblo.
Mis padres, un día decidieron venirse a vivir aquí al pueblo para darnos la oportunidad a mis hermanos y a mí de estudiar en el colegio, que se encontraba donde actualmente esta la casa de la cultura; estudié hasta segundo grado de secundaria y ayudé con las actividades de la iglesia, cargando una canastica con flores para cantarle al niño Jesús; recuerdo que anteriormente las fiestas de diciembre eran muy bonitas y se disfrutaba mucho; ahora me doy cuenta, que ya no son las mismas costumbres.
Pasaron algunos años y conocí a un maravilloso hombre que provenía de la vereda La Herradura, nos casamos y tuvimos dieciséis hijos, ocho mujeres y ocho hombres; me levantaba a las 5:00 am todos los días para comenzar con mi labor de madre, mientras mi esposo se iba a trabajar a EPM; yo no trabajaba porque mi esposo me decía, que mejor cuidara a nuestros hijos. En ese entonces, vivíamos en una casa ubicada en el barrio La Paz, la casa necesitaba ser remodelada, así que, con la ayuda de mi esposo y mis amigas logramos hacerlo. Allí crié conejos, curíes, cerdos y gallinas ponedoras.
Con el paso del tiempo, me aburrí de vivir en ese lugar pues ya llevaba 25 años y quería estar en un lugar más cerca a todo; entonces, con la ayuda de mi amiga Gloria Campusano logramos comprar la casa donde vivo actualmente.
Mi esposo lamentablemente murió en 1997, hace exactamente 22 años; luego de su partida decidí irme a vivir a la ciudad de Medellín para estar cerca de mis hijos y no sentirme tan sola; compré un apartamento un poco estrecho e inadecuado para vivir, pero con la ayuda de la pensión que me dejó mi esposo lo fui arreglando; estuve 7 años allí, pero extrañaba mi pueblo, sus espacios, sus personas y todas aquellas cosas únicas que solo las da el pueblo donde se nació; así que, un día decidí empacar mis cosas sin decirle nada a mis hijos, pero pidiéndole el favor a mi nieto que me regresara sin contarle a nadie, de nuevo a mi pueblo..
Actualmente vivo con una empleada, me duele reconocer que mis hijos ya no me visitan tan seguido; me dejaron sola; después, que toda mi vida la dediqué a criarlos con amor y esmero, esto me da mucha tristeza; porque después de que uno los tiene ahí a su lado, no quisiera que se fueran nunca.
Autor: Anónimo

Recolectó: Isabela, Ana y Estefanía.

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